Soy más feliz adentro que afuera

Desde la implacable y penetrante ciudad de locos.

En la ciudad donde juzgan y critican a los locos, en un mundo deteriorado por el pensamiento humano y las desaventuras banales con las cuales viven llenas de vicios y placeres mal habidos escribo esta carta.

Pensaba como quería, me expresaba a mi manera casi nadie me conocía, era mi mundo el lejano que predeterminaba las decisiones que me levantaban de las malas rachas que como todo ser suele pasar. No temía a la nada ni sufría de los pequeños delirios de grandeza que cierta sociedad suele tener, me encontraba caminando sin zapatos por la dulce ciudad donde no fui nacido ni creado, me sentía aliviado puesto que conmigo llevaba un cigarro en la mano, era el que me importismo sobre el ser lo que me hizo evidenciar las criticas que a cada paso se saben sobre mí, no era de importarme hasta cuando osaron tocarme y creer que mi comportamiento era insano para el triste y persuasivo lugar donde ellos se encontraban, me recluyeron en un lugar donde hice varios amigos, solían hablar y hablar de cosas inalcanzables, me parecía extraño pero a la vez agradable, todos se comportaban como yo un día quise ser, nos daban dulces que apodaban drogas y hasta el nombre era gracioso después de tomarse una de esas, todo en un ambiente muy tranquilo donde sin un trabajo comías, dormías, jugabas y tan solo sesiones con una dulce señorita que nos hacia muchas preguntas sobre cosas de nuestra vida. Sin el apoyo de nadie y con las placenteras siestas donde uno debía cuidarse del otro no por miedo sino por el juego brusco que practicaban cuando se volvían algo hiperactivos, qué más podía pedir uno. Repetían mucho la palabra locos, era una voz baja la que me hablaba siempre en mi cabeza y metía pensamientos desde que paso la cuarta semana, me sentí algo presionado por esa voz y pude irme dando cuenta que era un lugar muy sano para hacer una vida ahí , nunca me pregunte si podía salir del lugar puesto a que no era tan grande ni cómodo, pero que por el tipo de personas placía socializar y crear relaciones, recuerdo aquel momento cuando me enamore de valentina una dulce jovencita que al son de la música se retorcía en el piso, era sumamente agradable como se movía, no entendía por qué los señores de blanco corrían desesperadamente cuando ella bailaba así, pero a mí me encantaba eso, es mas muchas veces se lo pedía pero ella me ignoraba, llegamos a tener una bebe muy hermosa, nos la quitaron para darnos más libertad, mi relación con valentina cambio mucho pero no me deprimió, yo pasaba siempre junto a ella, me hacía reír cuando decía no recordar muchas de las cosas que le decía. Yo tenía un anillo en forma de rosca súper lindo y ella también lo usaba solo que como era desechable había que usar uno cada día. Era muy raro cuando me venían a visitar pese a que era familia parecían como locos preguntando por mí, desesperados, ajetreados con sus vidas tan simples afuera que yo les decía quédense conmigo para que se sientan a gusto y no querían pero eso no importaba yo era feliz ahí, pero vinieron y otra vez tomaron mi mano y me sacaron de aquel lugar donde fui tan popular, donde todos me conocían, lo único grato y bonito fue ver a mi hija ya crecida y con unos dulces mechonsitos que colgaban de su cabellera. Afuera era un infierno todos gritaban y saltaban, me recordaba a los documentales de monos y animales salvajes que veíamos, una sociedad comprimida en deseos, en pensamientos malos, la televisión estaba llena de tristeza y de puras malas noticias, lo único que me llenaba era pasar con mi hija a la cual sacaba a pasear a mi manera, la convertí como yo libre de pensar y actuar donde lo único relevante era saber que existía un amor más grande que nuestros propios cuerpos lo que nos ayudaba a caminar.

Las sensaciones no descartaban en mí la razón de vivir, me daban fuerzas. El mundo duro no era estar adentro sino estar afuera, me aterraba estar cerca de las personas por que de una forma rara y manipuladora sabían cómo lastimar, no pido volver a mi casa, solo pido pasar el resto de mis días junto a mi hija, caminar y caminar por ese paradero tan verde que me hacia maravillar al contar los pétalos que caían de las rosas.

“No se trata de no vivir en ese mundo tan frívolo y calculador, se trata de saberlo conllevar, pese a que no estoy totalmente cuerdo puedo narrar una historia que de la carta de José Daniel Sánchez inspiro el crear un lugar para aquellos locos que como yo somos muchos, y brindamos más a la vida que los propios seres que se unifican en una sociedad con el fin de quitar y restar felicidad de una manera tan inconsciente”

Mágica descricpción

Quisiera saber que no hay nada en el otro lado y describir lo que siento hacia el pasado pero pretendo en el presente describir mi alma sin que sea en vano.

Nunca se trata de un adiós cuando la nada espera, nunca se trata de aprender lo que desconoces, nunca se trata de ponerse de pie delante de la mesa y solo decir que nada ha pasado, nunca se trata de decir lo he olvidado y todo está bien. Siempre se trata de aprender cuando de la nada haces un milagro, cuando de la nada es el cautivo misterio de por qué estás vivo y respiras, del que de la nada maravillas un poema y lo escribes a la persona que amas con vida, fe y cariño, que sin importar donde se encuentre puedas plantear sin rencor que existe, y que tal vez tus errores son la causa de este vestigio. Solo queda por respirar profundamente, aprender de la nada y levantarte por los aires, hoy es un nuevo día para empezar y un gran paso dar.

Raíces

Hoy el silencio en mi cambio para darme la firmeza con las que las raíces se prenden tiernamente y con fuerza del firmamento que al suspirar sin recordar solo queda en tambalear como el trompo en tu loquera, que al peregrinar la santa poesía con que a veces te miro solo me hace llorar tu respirar, porque no puedo saborear tanta dulzura que de tus poros pueden salir, no es nada recomendable contarle tu historia al cielo como si el cielo no tuviera memoria, no es recomendable gritar al andar sin dar los pasos que sabes que no debes pisar, tan frágil que el viento curo tus cicatrices con las que te forjo la vida, que el suspirar es anhelo mortal que quedo en el viejo hotel donde formaste una vida y tus dulces compañías eran la soledad y el misterio de el por qué de tu existencia, pero lo más increíble es saber que tomas mi mano una noche de cielos incandescentes donde no pedí ser amado ni encontrarte bajo las sublimes tormentas de un universo paralelo, donde tú y yo sabemos que solo existimos para darnos esa estabilidad remota que suplicas en las caídas del sol, que planteas sin pensar que la ilusión con que dominas cada sentido de mi cuerpo es el amar sin enamorar, que es un amor divino que se forja en las alas de los ángeles y que no se da a simple vista y ni de un lejos porvenir. Las ramas que de mi salen por ti se han clavado para nunca ser desenterradas ni profanadas por seres que no compartan ni sepan lo que es amar. Porque el amor que definimos tú y yo no depende de nada más que de la naturaleza de tú ser, y es allí donde puedo con suma delicadeza decirte:

Eres el árbol plantado que para mi da frutos, que si en mi creaste raíces fue por que saber que estas ahí todo un siempre sin contar los humores cambiantes y mi insaciable alegría, sigues anexando vida a mi alma, le das las gotas de agua que mi ser pide con suma urgencia, solo te he de pedir nunca marchitar cuando las cosas se tornen difíciles y me eche a andar extendiendo cada parte de mi por el mundo para darte lo que siempre buscaste, ser acogida en el universo cambiante donde solo un ser pueda entender lo que tus pensamientos y tu corazón dicen sin hablar.

Sigue creciendo en ese espíritu inmortal con el que ahora me haces palpitar en continuas monotonías fascinantes para el ser que por ti daría la vida y un poco más. Somos y seremos las raíces hermosas que el mañana nunca olvidará, el único árbol genealógico del porque el mundo es tan imperfecto y hermoso a la vez.

Un problema a la existencia

Evidenciando lo real del alma sin llorar, las substancias que hacen vida, la química ordinaria entre personas y relaciones, la felicidad y tristeza que se pudieron encontrar.

Suelo dar principios de vida como si vivir fuera fácil, el mejor consejero para algunos, y el visionario de la vida misma para otros, aún sin detenerse un momento a mirar más allá donde mi cuerpo está ansioso de nuevas ilusiones, de constantes arrebatos que se llevo el viento.

He visto mil cosas caer sin embargo mi vida nunca se me vino encima, siempre vi el sufrimiento ajeno como quien describe un carta con faltas ortográficas, porque nadie puede definir la felicidad, el dolor, la alegría o la tristeza; nadie puede describir exactamente los sentimientos como una prescripción médica al sentir.

¿Existe el dolor sin dolor? es que hay un sin sabor en mi boca cada día cuando me levanto siendo feliz, cuando nada afecta mi vida, esos pequeños problemas que no afectan a nadie y de los cuales me aprovecho para llorar, y no entiendo porque si un ser humano es feliz necesita dolor en su vida para realmente ser feliz.

Diagnosticando el remedio perdido, pude denotar en el hombre la sinceridad con que suele no decir nada cuando no se acostumbra a ser feliz, cuando pide con humildad un poco de malicia y es que parte de mi es ese pequeño detalle.

El ser feliz no me satisface cuando espero algo más, cuando espero que las lagrimas caigan de mi rostro para comenzar aprender, para comenzar a entender que es lo que le pasa a mi vida, porque si no me hace falta nada es malo, porque si encuentro el amor y lo dejo ir es malo, porque si tengo amistad, hermandad, si tengo una vida exitosa también es malo.

El misterio incomprendido del ser que se pregunta ¿realmente soy feliz? y ya estamos consientes que la felicidad es parte de la vida de cada ser, que decidamos ser infelices  es nuestra decisión, y más me harto de vivir por que cuando pienso en el mañana solo me queda por decir que seré nuevamente feliz, que no hay un cambio que de vueltas mi vida, y es aquí como el viento me arrebata la vida cuando otros en su sufrimiento son felices, cuando otros lloran se levantan al otro día con más ganas de vivir.

¿Y es que me hace falta sufrir? ¿Es que me hace falta perderlo todo para tener un destino? no es tan simple como decir se positivo que así eres feliz disfruta la vida, pero va más allá de un pensamiento, porque uno mismo busca su mal y creo que estoy buscando el mío, porque tendemos a sufrir y cuando no estamos preparados, no entendemos lo que es la felicidad y más de una vez no la sabemos aprovechar.

Así es como pasan los años, mi piel se desvanece y mis ojos se vuelven a cerrar, pero es de mi el caminar mas allá para definir si lo que vivo es felicidad o es que estoy triste por dentro, porque no me dejo ser completamente feliz y necesito de daño para darme cuenta de que estoy vivo y de que aun existo.

“Es de un ciego el saber palpar lo que no ve, es de un sordo saber denotar lo que no escucha, es de un invalido entender que aun con miembro menos o una disfuncionalidad es capaz de crear, de hacer vida, ¿es del ser humano no saber valorar?”

Aferrado

Duele el corazón en la misma propia atracción del ser oprimido que en situación de visitante se nubla de sentido para poder verte. Duele el corazón en ambición en el penetrante frio del madrugar cuando te espera en el sollozar, sin entender, pretende ser caudillo de tus pensamientos. Duele el corazón en el asombro de las acciones retrogradas que se desplazan por el cuerpo puesto que quien da mucho recibe poco, pero este dolor no es exigente ni divulga su emoción, es solo el paso a la tremenda desilusión. Duele el corazón grita el loco que va caminando en la búsqueda perdida de lo que creía suyo y sin pensarlos no vio los cambios que se estaban enlazando, deprimente el hecho que sin palabras calla y embrutece al que cree y no ve lo que esta determinante en lo que ya paso. Duele el corazón si estás ahí o no puesto que no es tan simple dejarte ir, ni olvidar cada detalle que fue hecho entre dudas con amor, que sin pensar fue lo que no se dio lo que mato, lo que hizo la gran diferencia de tenerte y perderte. Porque fue un día como hoy cuando todo paso de cien a cero, que los kilometrajes bajaron sin medida y el choque que contemplo mi ser es inexplicable, los sentidos se perpetuaron así mismos pues el ciego que era yo paso a ser un invalido, un invalido que si ya no sufre es por la aceptación de que lo que perdió era lo que le daba la fuerza para sentirse vivo.

“El ser humano como tal se pierde así mismo por dar de sí lo que ni el mismo se ha dado, donde se aferro tanto al hecho de estar vivo que cuando medio le cortaron las alas dejo de volar, si tan solo viviera por sí mismo y no se cegara por el mundo, no dependiera de él, seria libre para nunca pertenecer ni dejar de ser”

Receta imaginaria

Me oxigeno en el noble delirio persiguiendo las sombras dejadas al andar, las lunas se envuelven en mis brazos abrazándome al dormir, pero no cierran mis ojos donde se desvela un magistral pensamiento que conlleva a la narración de vivencias en el recuerdo, sin miedo escucho al mundo siempre decir ayúdame a olvidar. Pensaba en mi cuarto donde se dilataba el cielo notable del techo donde canto las penas que aterro al dormir, más si aún el recuerdo me permite volar a un mundo lejano donde lo transigente es la voluntad de uno y como sabio en el desierto me siento a pensar, como el mundo puede hallar en las manos del hombre si el recuerdo es base fundamental del ser, si el olvido por más sonoro y hermoso que se escuche son solo palabras al azar lanzadas por un romántico empedernido escondiendo sus dolores en palabras de aliento que alimentan su ser. No permitirse como ser innato de posibles sensaciones el decidir y junto con el perdón mantener los recuerdos como sanos, así el tiempo las haga parte de un pasado como una etapa normal de la vida, me cuesta tanto imaginar el dolor ingrato que envuelve al alma para decidir sobre el dolor ajeno, aquel dolor que nadie es proclive de idealizar o de hacer propio pues el dolor es de cada uno como la vivencia en el transcurrir.

Sentir que el mundo se acaba por algún recuerdo pasado o algún suceso que nos haga daño es normal como la muerte en su pura existencia, está en nosotros encontrar la salida no mediante el olvido puesto que tenemos recuerdos que aunque creemos barreras están ahí, están ahí como sonoras palabras que nos matan día a día si nos las dejamos vivir, y el tiempo dirá el momento exacto en que seamos capaces de aceptar por más doloroso que sea vivir en paz y en sano juicio, para saber que la única forma de hacer de esos recuerdos partes de un pasado es perdonar, perdonarnos, perdonar a la vida misma pues somos solo personas y debemos sentir para aprender. Seria lamentable que alguien tenga una receta imaginaria para olvidar, seria tan fácil dejar todo atrás por que siempre escogemos el camino mas corto, no dejemos aterrarnos y seamos fuertes por que de ese sufrimiento nacerá la fortaleza que nutra tus días y te permita sobrevivir ante las adversidades.

Gotas de agua dulce

Enciendo el cigarro en la mañana donde el azul es un tibio oscurecer con filtros acariciando la locura entre los colores, no destino el amanecer con una oscuridad irrelevante, pero hoy que está tan frío es como si despertar tuviera un sentido. Aunque este en presencia suelo estar en ausencia, no estoy completo, por momentos al mirar al cielo veo caer gotas de agua dulce dejando que el silencio se torne en voces, voces muy parecidas a las que tiernamente susurrabas en mi oído. Recuerdo nunca haber mirado al cielo como aquel día cuando te conocí pese a que la tarde era tan amarilla y el sol tan quemante, no placía llegar a ti pero toda la contextura cambio cuando te vi, las nubes confabuladas entre misterios formaron una neblina para establecerme en el universo, y decirme a mi mismo no es de dejar pasar los momentos inimaginables como sucesos desconocidos en el ambiente, sino cambiar todo sin desperdiciar un segundo, aprovechar cada centésima de segundo y hacerte mía en el profundo y consternante mundo, decirte sin palabras que te amo con ansiedad que mi ser se desperdicia cuando no te veo llegar, que los sonidos se hacen nudos en mi garganta cuando mi cuerpo no exclama por ti, que el humo que mi cuerpo suele externalizar por los poros es tan solo la demostración que me quema cuando el sol cae sin previo aviso, cuando aun siento frio y no tengo aun el sabor a ti, por que calmarías mis ansias y mis deseos si tan solo dejaras que mi ser se contemple con el tuyo, que el aire que respiro deje de ser ese dióxido de carbono que me mata cada mañana si no te tengo junto a mi, aunque apenas te conozco formaste un universo donde no puedo separarme ni un instante de ti. Se mi vicio permanente y no dejes que caiga en suprema depresión.