Enfermizo deseo

Como la desnudez que se dibuja sobre mi mente en tu caminar voy siguiendo constante cada movimiento que deleité mi mente, que el distanciamiento no es permisivo para mi y mas me acedia creer poder tenerte y es que mi mente se deja volar cuando regocije cada parte tuya como esencial mía, no por amor ni aspecto que se le parezca mas sin como objeto en el aire que viene y se va, pues como tú hay muchas que me hacen imaginar cosas escondidas, en lo profundo y maravilloso así como pervertido subconsciente, pero animoso voy deseándote cuando la calle acaba y te sigo sin parar, pese a que las calles son largas no me importa por que es tu bien el que me interesa, mas el daño no existe en mi mente puesto que soy tan grande que se que saciare tus mas inmutables deseos de existir, y qué voy a pensar en lastimarte si soy condena de tus deseos, puesto que sé que me añoras con esa pluralidad desgarrante y mis nobles y tétricos pensamientos son poco alado de lo que tu pienses de mi por que se que también piensas en mi cuando desviaste tu mirada y cuando me viste seguirte solo corriste, tu miedo no es miedo es agilidad para atraerme a tus brazos y conquistar los placeres no indagados, y que al final del día se que te tendré así llores y grites no importara por que me alimentare de ello y se que lo disfrutaras de tal manera que odio para es amor, y si en tu ingenua naturaleza intentas escaparte por que tienes miedo enamorarte sabrás realmente de lo capaz y dispuesto que estoy al acogerme de tu vida como mía y así guardarte en mi cofre de encantos donde tu ser permanecerá intacta para acordarme de ti.

“Dedicado para ese ser enfermo en su inmundicia que dentro de sus deseos infundados consuela su alma con lo que su placer restringe y mas no tiene vida comprada solo es su placentero ego que le da alas para creer lo que su mente ansia y no vive la realidad del daño a causar ya que solo alimenta sus deseos”