sábado, 28 de abril de 2012

Cortesía de un vagabundo

He vagado por el mundo en un sueño de un segundo, júbilo al soberano prestigio que desemboca en el solo y marginal pasillo donde cada vez veo más inconcluso lo que mis pupilas detallan, es verídico cómo la perdida del objetivo cuando miro cada objeto y se distorsiona entre los recuerdos y sucesos que forman mi experiencia pasada. He vagado entre montañas, ríos, cielos y mares. He vagado entre substancias que a los ojos de fieles son drogas infieles que a mito de sobreviviente no me queda mas opción que buscar entre sus placeres mi encuentro con lo natural. He vagado como el solitario que se enfurece en su ser, que a colillas de maltratos solo puede envejecer, con sus fumadas solo evita la nobleza que caracteriza al mundo pero que no suprime su verdad ni identifica los pesares que lo hacen madrugar cuando al levantarse de cada infierno consigue felicidad. Es cortesía del vagabundo no dejarse llevar por esos momentos gloriosos que no son más que pequeños retazos retrasados a los pasos, que no llegan ni un instante a ser realmente importantes.

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