Primera plana

¡Buenas nuevas me levantan! que será el rencor. la avaricia, el odio, la irresponsabilidad, los problemas que nos ahogan que no nos dejan renovar. ¡Buenas nuevas me levantan! el televisor prendido, el diario sensacionalista, las noticias en primera plana sangrienta, las palabras con guías o mensajes obsoletos que no dejan libre al pensamiento. ¡Buenas nuevas me levantan! las deudas, los reclamos insensatos, recuerdos somnolientes, mal humores inventados, que es complejo de verano con un calor a secas no dan un motivo exacto. ¡Buenas nuevas me levantan! son los gritos de la casa, las quejas, los golpes, la miseria, ni un bocado al madrugar cuando el estomago hace un pacto ya que ni puede vomitar. ¡Buenas nuevas me levantan! los chismes, los inventos, las presiones sociales, el declive en la economía, los payasos inmorales y las guerras que no solo azotan a sus gobernantes sino que también la mente de quienes se ven afectados por aquellas. Buenas nuevas no debería ser, buenas nuevas no me levantaría ni a comprender, como el ser debe levantarse y continuar con su vida cuando hace de la misma una monotonía, que se vuelven en sucesos inmemorables que a cuestión del olvido quedan como un libro de ironías ya cuando todo fue vertido.

 

“Circunstancias que nos pasan, atosigan y quebrantan nuestras maneras de ver al mundo, ya sin poder comprometer lo que uno esta viviendo o lo que realmente acontece en nuestras vidas, es tan fundamental definir como vida un enigma negativo que no deja sabor que solo traumo a su poseedor y lo perturba entre vanas circunstancias nada apropiadas, secuencias de datos que deberían tener un interruptor de apagado o mejor aun de autodestrucción por que no es posible que nuestros días deban de comenzar y adaptarnos a una realidad subjetiva muy por debajo de lo maravillosa que puede ser si nos olvidamos un instante del mundo y comenzamos a vivir en plenitud”