Una interrogante a la razón de vivir

 

Quien me entiende si el frio me calienta y si la noche me cohíbe. Quien me entiende al despertar de un sueño y que quiero hacerlo todo realidad. Quien me entiende si estoy muerto en cada signo que suelo describir creando fantasías donde ya no hay realidades y el conflicto existencial que me depara no me abre los ojos al saber que una parte de ti sigue conmigo. Quien entiende que pasa el tiempo y no olvido, que si un vaso se rompe todo vuelve donde tu lo dejaste marcado en mi soledad, que me marcaste un silencio sin pronosticarlo y que pusiste una barrera, un desierto creado para ti como un SPAM cuando yo aun necesitaba escucharte y que la amistad solemne que juramos algún día dejo de ser tu prioridad, y que para mi siempre será un tema cierto que lo llevo conmigo, que en mis noches oscuras tentadas por la depresión solo clamo por ti, jugármela toda pegándole al pecho del fracaso y aceptar que ya me fui. Quien me entiende si mis manos aun tiemblan por esta rabia insensata que pese a verte feliz no lo entiendo y no se que me pasa. Quien me entiende si yo digo que llorar me hace bien y cuando lloro me siento tan mal. Quien me entiende en esos besos de cada día que le doy al vacío y el calor de la cama solo se llenan de suspiros, al saber que estoy enamorado de la nada, de la nada que dejaste implantada en mi alma y con estas sublimes palabras conllevo al despido, que no que me deshago de tus recuerdos si no de la terrible transición de decirme a mi mismo que mi decisión no es olvidarte ni pensar que no te amo, es aceptar mi inocencia al creer que mi cabeza maneja mis sentimientos cuando los sentimientos son nuestra base de ser y que se duerma en el frio de las piedras perdidas de un universo inexacto, aquel que pueda jurarme que sin sentir se siente feliz, por que  la felicidad es indiferente a la realidad. Ya no me interesa lo que me lastima ni me importa lo que el mundo piense, cada uno toma sus decisiones de la forma que desea y si mi decisión es equivocarme profundamente pues no soy el dueño de la razón. Las mil y un preguntas que comienzan tontamente con tratar de entender quien podrá entenderme cuando ni yo entiendo  los demás, se humano y cuestiona todo lo que quieras pero se responsable y acepta las realidades como son, y yo te digo quien te entiende cuando crees estar viviendo y sinceramente no lo haces por que vivir es dar vida no matarla como lo hago yo.