sábado, 14 de enero de 2012

Reloj de arena (E.I.L.E.E.N)

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Del mito al reto quien dispone el tiempo, es del reloj de arena comprimir las ideas y el sentir, porque sentir la presura que se lleva cada hora con el tiempo dilatado que no permite expresarse o es acaso que nos contagiamos de simplicidad y nuestras almas están agotadas, que ya las ideas son comprimidas con nuestros actos.
Y es que está bien decir que somos más actos que palabras, por que ciertamente las palabras se las lleva el viento, pero el suspiro perdido de los pensamientos no se ven realizados ante la costumbre de tan solo expresar lo que nos conviene, somos esencia que transmite y no complemento al existir.
Si las palabras son el complejo del hombre dicho, yo soy mas que palabras por que la narrativa implícita que convoca el hacerme parte de un mundo sostenible en expresión interviene en el capitulo Nº1 de mi vida, donde trato de evidenciar a ciencia cierta que cuando se imprime una huella en alguien o algo permanecerá tras los inevitables derrumbes que la vida compromete.

 

¿Y es que es tan normal ser frío o es tan solo la seguridad sobre sí?

No se trata de seguridad en el equivalente de vida, no se trata de miedo; se trata de recelo, de un profundo cuidado sobre lo que podemos expresar.
No he de ver mucho como vive el hombre, pero sí lo que calla el mismo.
No he  de ver los resultados de sus actos, más si he de ver cuando se arrepienten por omisión.
No he ver seguido a un hombre caído, pero si he escuchado a mas de cien decirme ya donde no hay que caer.

 

No se trata de la transición o del contenido de la expresión, se trata mas bien sobre la libertad de nuestro ser, la libertad que explora nuevos ámbitos y nos invita a ser esenciales a manera de no encerrarnos en esa psicosis de atracción al ser (Personas de ideas reprimidas por su propio deseo de no compartir).
Ahora el reloj de arena que se vio partir en pedazos da a corresponder  en inherencia donde de forma no literal no es cuestión del tiempo y la hora influir dentro de lo que el hombre quiera manifestar.
Arduo y deseoso es la naturaleza desplazada que al son de vivir vuelve finita la capacidad de un ser tan grandioso como el hombre.

“El sentimiento como tal es de expresión instantánea, no tiene muecas ni sujetos donde sostenerse. El sentimiento como tal pertenece a quien lo lleva dentro aunque este es libre de decidir, este sentimiento que es propio del ser debe de ser trasmitido de lo contrario correrá el riesgo de ser un sentimiento incompleto. Por qué si hemos de sentir no lo podemos compartir, es quizás que nuestros sentimientos son tan vulnerables al andar que más que nuestras palabras se las lleva el viento, son nuestros sentimientos los que se dejan ir”

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