Gotas de agua dulce

Enciendo el cigarro en la mañana donde el azul es un tibio oscurecer con filtros acariciando la locura entre los colores, no destino el amanecer con una oscuridad irrelevante, pero hoy que está tan frío es como si despertar tuviera un sentido. Aunque este en presencia suelo estar en ausencia, no estoy completo, por momentos al mirar al cielo veo caer gotas de agua dulce dejando que el silencio se torne en voces, voces muy parecidas a las que tiernamente susurrabas en mi oído. Recuerdo nunca haber mirado al cielo como aquel día cuando te conocí pese a que la tarde era tan amarilla y el sol tan quemante, no placía llegar a ti pero toda la contextura cambio cuando te vi, las nubes confabuladas entre misterios formaron una neblina para establecerme en el universo, y decirme a mi mismo no es de dejar pasar los momentos inimaginables como sucesos desconocidos en el ambiente, sino cambiar todo sin desperdiciar un segundo, aprovechar cada centésima de segundo y hacerte mía en el profundo y consternante mundo, decirte sin palabras que te amo con ansiedad que mi ser se desperdicia cuando no te veo llegar, que los sonidos se hacen nudos en mi garganta cuando mi cuerpo no exclama por ti, que el humo que mi cuerpo suele externalizar por los poros es tan solo la demostración que me quema cuando el sol cae sin previo aviso, cuando aun siento frio y no tengo aun el sabor a ti, por que calmarías mis ansias y mis deseos si tan solo dejaras que mi ser se contemple con el tuyo, que el aire que respiro deje de ser ese dióxido de carbono que me mata cada mañana si no te tengo junto a mi, aunque apenas te conozco formaste un universo donde no puedo separarme ni un instante de ti. Se mi vicio permanente y no dejes que caiga en suprema depresión.