miércoles, 8 de abril de 2015

Visitándote en la terraza de tu mente

image[6]

Varado a la deriva en la terraza de tu mente confidenciándote las ironías que me envolvían cuando te vine a visitar, aun temiendo a las alturas divise lo que me esperaba pero no temí pues sentí aquella confianza que pocas veces uno cree considerar en medio de la nada. Aunque golpee mil veces tu puerta para que me escuches solo no decías nada, medite si era un momento inoportuno pues parecía no existir vida en ti,  un silencio más tétrico el que percibí pero eso no me detuvo para mirarte fijamente y pedirte que me escuches pues mi vida carecía de sentido. Que labia tan barata donde el cuento se convirtió en fantasía, faltaban las lagrimas plantadas junto con una visina transparente debajo de mis ojos, por que mi dolor era inmune al sentido, no existía mas razón en ese momento que el profundo ego sentimental que solo transmitía esas emociones que no parten del corazón, que salen como puñaladas pasmadas que van hiriendo lentamente, pues sin sentido salen y a la vez regresan pues su función no es esa, ya que sin pensar dentro del ultimo piso de tu mente profetizaste la dulce verdad de hacerte sorda a un mundo mal gastado de palabras, que no conllevaban a nada mas que a la triste complicación de un ser humano que ve lo que quiere ver y no lo que la vida le da, después de casi cinco horas de escucharme tu mano toco la mía, dijiste sin palabras cállate y abrázame, fue tan ferviente ese verdadero dolor que había en ti y no en mi, quien realmente sufría y no estaba ahí eras tu, yo que en mi naturaleza de absurdas ramas marchitadas solo veía como las gotas de tus ojos me daban vida, pues cuan fuerte me volví al ver que no era el único que sentía dolor, que tipo de persona admira el sufrimiento de otros y lo compara con el de uno dando ese pequeño suspiro de perpetua sintonía queriendo creer y decirte que comparte tu dolor. Dos minutos tuvieron que pasar para que el suicidio permanente ocurriera, te arrojaste de la terraza mal habida de tu mente olvidándolo todo para convertirte en aire, respiraste con vehemencia y abandonaste una amistad aparente pues te consideras autosuficiente, entre tus problemas hallas soluciones, no como yo que en la búsqueda de ayuda solo encuentro vacíos que llenar con fondos aparentes de ingratitud que se disuelven cuando algo nuevo vuelve acontecer y que me aterra afrontar tan solo.

“Estas en la búsqueda de respuestas no en ti si no en los demás, cual sufrimiento solo es tuyo, tu falta de sentimiento te cierra en tu mundo sin pensar y como vas destruyéndolo todo sin formar una corteza de relaciones ya que esperas solo recibir y nunca dar, como de esas personas que recibes pueden retroalimentarse y absorber de los problemas una solución sin hacer de un trastabillo el fin del mundo como lo haces tú”

No hay comentarios: